lunes, marzo 13, 2006

 

CAMBIO DE HORA

No soporto el cambio de hora, tardo 6 meses en adaptarme...

miércoles, marzo 08, 2006

 

CULPABLES DEL PIRATEO

CULPABLES DEL PIRATEO


"No Mates la música!", con este slogan efectista y lastimero similar a aquellos que ocupan grupos ultraconservadores que se oponen al aborto, los jerarcas de una industria caracterizada por su demedido y desproporcionado afán de lucro, lloran por las según ellos millonarias pérdidas que les acarrea la industria del pirateo, apelando a nuestra conciencia moral y a un futuro apocalíptico si osamos adquirir una copia no original, traspasando al usuario la responsabilidad de este fenómeno.

Vamos a analizar un poco en que consiste este asunto, puesto que me tiene aburrido el constante cacareo de quienes han expresado por los medios un sinnúmero de falacias, que además de contradecir las más elementales normas de funcionamiento de una economía de mercado, han perjudicado a sus clientes ignorando sus preferencias y motivaciones.

Previo al vertiginoso avance de las tecnologías de información y comunicación, era natural no encontrar en disquería alguna el disco, cassette, laser o vinilo del artista buscado, debido a que, como práctica aún habitual en el mercado de la música, esta se concentra en ofrecer solo aquello que estába de moda, o que produce mayores ganancias inmediatas olvidándose de aquellos cuyos gustos no suelen ser los mismos que la masa, curiosamente son estos últimos quienes manifiestan una mayor fidelidad como clientes, no son tan volubles y tienden a seguir la evolución de su artista favorito independiente de si es o no lo que mas suena en los medios.

El cambio de formato físico a formato digital, es decir a bytes, a cambiado radicalmente la forma como nos llega la música, esto también se hace extensivo a otras manifestaciónes culturales, realidad que viene aparejada con una filosofía de vida más cooperativa y autónoma, en la que compartir lo que se tiene no es vista como un pecado. Los desesperados intentos de una industria ciega por evitar el intercambio de datos amparándose en las normas de propiedad intelectual, a chocado inevitablemete con otras normas jurídicas igual de importantes y se ha prestado en países como España, a abusos por parte de SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), quienes con el objetivo de resguardar los intereses de sus asociados, a asumido una actitud monopólica y represiva hasta llegar al absurdo, contando para ello con un ejército de abogados dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias enfrentando como si fuesen adversarios a consumidores y artistas.

Para quienes se preguntan cual es la idea central de este artículo les digo que consiste simplemente en plantear que la industria músical no ha logrado comprender la evolución de la sociedad y en vez de aprovechar las enormes oportunidades que el intercambio de datos y la masificación de internet trae consigo, a optado por una actitud prohibitiva actuando como pequeño pero poderoso grupo de interés, en desmedro de los millones de usuarios que participan anonimamente de la red.

La industria ha responsabilizado en mi opinión erroneamente a la gente que compra productos copiados de las bajas ventas que tienen los medios tradicionales de venta, es decir ir a la tienda, buscar en el limitado catálogo y comprar si es que se encuentra o si el presupuesto lo permite el valor total de un disco de 10, 12 o más canciones cuando lo que el usuario busca es solo uno o dos temas que pueden gustarle del artista, en la actualidad los costos de producción han bajado notablemente y esos costos no se han visto en absoluto reflejados en los precios de los discos, por una razón similar a la que causa la desaparición de algunas industrias, especialmente las que han gozado de privilegios proteccionistas (impuestos a la importación o exportación), y que asumen una política de baja producción y altos precios, como la de los zapatos, si existe una o unas pocas fábricas (monopolio u oligopolio) existe el incentivo de ponerse de acuerdo en el valor y no es solo eso lo que daña a los consumidores sino la cantidad generada. Por definición, el problema que provocan estas fallas de mercado es que no producen la cantidad optima que requieren los demandantes, por tanto los precios se encarecen, ahora si aparecen competidores al eliminarse las barreras arancelarias, en este caso zapatos importados elaborados por economías de escala, es evidente que el consumidor se verá beneficiado por las empresas que asumen una política de disminuir los margenes de ganancia pero compensándolos con un aumento de producción, y se irá a la ruina aquellas con una política de baja producción y altos precios, aqui subyacen los conceptos de ventajas comparativas y ventajas competitivas.

No es mi intención hacer una apología del pirateo ni estimular su existencia, esta actividad es un hecho real que se produce cuando no están dadas las condiciones para que un mercado cualquiera funcione, es decir muchos oferentes, gran cantidad de demandantes, libre entrada y salida de actores, información, ausencia de fallas, etc, en nuestro país se vivió en forma drámática esta situación durante el período del presidente Salvador Allende, la política de fijación de precios ocasionó deterioro en los niveles de producción surgiendo espontáneamente un mercado paralelo al oficial comunmente denominado mercado negro, el que unido a un conjunto de otros complejos factores políticos y sociales trajo consigo la caida del gobierno.

Los altos precios que cobran las grandes compañias disqueras y editoriales por las obras artísticas de mayor difusión (libros, cd's, etc) ocasiona inevitablemente que exista un oferente dispuesto a vender el producto a un precio inferior saltándose la cadena burocrática de comercialización que tienen estos entes, acercándose al usuario y adaptándose constantemente a sus gustos, pasando a llevar por cierto las normas que resguardan la propiedad intelectual, pero se omite por parte de las grandes compañias que este hecho es solo un efecto de los altos precios y no la razón en si.

La justificación que dan estas empresas es muy parecida a la que utilizan las empresas farmacéuticas respecto del precio de los medicamentos, es decir los costos de investigación y desarrollo, marketing, distribución y muchos otros factores que no son mas que tejido adiposo de esta ineficiente industria, por otra parte los artistas consideran sus obras como invaluables, olvidando que los bienes artísticos, aún cuando sean fruto de los más abstractos esfuerzos mentales, se encuentran en la escala superior de la pirámide de Maslow por eso no deberían superar lo máximo que las personas están dispuestas a pagar por ellos, eso es un principio en economía.

Personalidades vinculadas al mundo del arte e incluso editoriales de diarios, revistas y otros medios postulan que una forma de bajar los precios y fomentar el acceso a la "cultura" consiste en eliminar el Impuesto al Valor Agregado de los libros, que en la actualidad es un 19%, en mi humilde pero temeraria opinión esto es una falacia, por el simple hecho que al bajar el Iva el precio no disminuye automáticamente en ese porcentaje sino que se mantiene incrementando la ganancia del oferente, para demostrarlo basta ver lo que ocurre cuando se establece una baja de precios en los combustibles después de una fuerte alza, las empresas del rubro no traspasan al usuario estas bajas alegando curiosas explicaciones mas cercanas a la parapsicología que a la ciencia económica.

Una verdadera revolución dentro de la era internet ocurre en el año 1992 al surgir el formato musical Mp3, aquel que elimina los ruidos que no son preceptibles por el oido humano sin alterar la calidad, reduciendo el archivo musical aproximadamente a un 10% de su tamaño original, (esto varia en función de la calidad de la muestra extraida del cd pero por razones obvias no me voy a extender en este punto), y con ello aparecen en la red sitios que incentivan el intercambio de archivos con otros usuarios, entre ellos el famoso Napster, Audiogalaxy, Winmx, Emule, Kazaa, en fin, la idea de compartir lo que se tiene como quien presta un libro a un amigo, al masificarse, fue visto por las grandes compañias discográficas y del derecho de autor como un atentado criminal a las normas de propiedad intelectual, impulsando el cierre de estas empresas o simplemente estableciendo juicios indemnizatorios a los creadores de estos servicios como a los usuarios que los utilizaban, provocando gran conmoción en la comunidad virtual, que percibe estas acciones prepotentes como un atentado contra las libertades individuales, de hecho cada persona es dueña de lo que hace en el computador de su casa, como así también compartir con quien se da la gana lo que se tiene, si bien esto es objeto de continuo debate, los hechos demuestran que las prohibiciones tienden a crear nuevos delitos, así mismo es interesante notar que la propiedad individual se vuelve relativa a la luz de la propiedad intelectual hasta niveles absurdos, porque en el caso del sistema operativo Windows uno no compra el producto sino su licencia de uso, es como si me comprara un auto y no me permitieran subir a mis amigos.

Es muy llamativo que las grandes compañias se escuden en artistas y creadores para resguardar sus negocios empresariales, en nuestro país Alvaro Scaramelli a pesar de su trayectoria se vio en la obligación de vender sus discos en plena calle como forma de protesta por el escaso apoyo que recibía por parte de los sellos, también es sabido que la mayor parte de los ingresos de los artistas no provienen de la venta de discos sino de los auspicios y las presentaciones en vivo, el porcentaje que recibe el autor por la venta del disco o libro en general se encuentra entre el 5 y 10% del valor total de este y el resto se pierde en la enorme maquinaria burocrática de las grandes compañias y sus intermediarios, esta ineficiencia, la actitud represiva y la escasa comprensión que tiene la industria de la forma como se transmite la cultura a través de Internet, ha formado usuarios rebeldes que ven como un desafío intelectual el vulnerar constantemente por medio de la tecnología las prohibiones y limitaciones a la propiedad individual, aunque esto también sucede a la inversa como ha ocurrido con los discos anticopias de la Sony que introducían a espaldas del usuario un troyano en sus sistemas operativos, los constantes reclamos y la amenaza de posibles fallos adversos en diversos tribunales obligó a la compañia a modificar esta práctica.

Cada vez que se impone una restricción técnica a los medios de difusión de las creaciones artísticas, aparece algún hábil experto en informática capaz de vencer esta limitación, y así sucesivamente, cada día aparecen nuevas e inteligentes formas de compartir infomación (no solo música) aprovechando la estructura descentralizada de Internet, por lo que el trabajo de imponer barreras al intercambio se ve destinada al fracaso, ello no obsta a que surgan peculiares normas éticas entre los cibernautas, como por ejemplo "No make money with warez", "Try before buy", etcetera, aludiendo indirectamente a la precaria calidad y rápida caducidad del software, incluso no se discute la autoría de una obra, ni menos se plagian las creaciones de los artistas sino que la red incentiva la difusión de las mismas a través de formas que unos pocos años atrás se creían imposibles.

El exito de ventas del I-Pod de Apple y la venta de catálogos musicales a través del sistema I-tunes a un precio razonable, demostrando con ello que la gente si está dispuesta a pagar por estas obras, atrajo la codicia de las grandes compañías discográficas que presionaban por un aumento de precios de las descargas, este hecho indignó notablemente al Gurú de Apple Steve Jobs quien dijo que la esa solicitud incrementaria la piratería y dañaría los esfuerzos desplegados por incentivar a los usuarios a comprar música en forma "legal" a través de la red, conviene mencionar que el costo de esta forma de distribuir las canciones es cercano a cero, con lo que se comprende el fuerte tono de la declaración.

Es un error conceptual creer que la industria pierde de vender por la existencia de la piratería, en los habitales decomisos, donde se ocupan recursos policiales escasos en perseguir comerciantes informales en vez de dedicar ese esfuerzo en materias de verdadero interés público, se fijan cifras muy rimbombantes sobre el daño ocasionado, por ejemplo 10 mil discos decomisados equivalen según ellos a una pérdida de 50 millones de pesos, para este peculiar cálculo estas empresas fijan en 5 mil pesos chilenos promedio el valor de un disco y simplemente multiplican esa cantidad por el total, para después aparecer rasgando vestiduras en los noticiarios sobre el daño que estos entre comillas delincuentes, le ocasionan a los artistas, omitiendo deliberadamente que las personas a ese precio jamás comprarían el disco original, sino que utilizarían esos recursos en otro tipo de bienes menos prescindibles.

Aprender a convivir con la tecnología, aprovechar las oportunidades de negocio que trae la red, como han hecho miles de usuarios, empresas, universidades, bancos y un sinnumero de organizaciones es lo que se requiere, culpar a los usuarios de las propias ineficiencias amparándose en las normas de propiedad intelectual, no es una política sostenible, por lo menos en el largo plazo.

martes, marzo 07, 2006

 

MEDICOS CHARLATANES

Entre las profesiones tradicionales existe una que tiende a sobrevalorarse debido a que la salud es para las personas un bien muy preciado, nos damos cuenta la importancia que puede adquirir un médico cuando nos alivia un mal repentino, nos quita un enloquecedor dolor de muelas o nos explica didácticamente que significan aquellos síntomas que nos tenían en la paranoia de una posible enfermedad terminal.

Sin embargo esa imagen idealizada del médico que ha estudiado mucho, que cuida a los niños, que se preocupa del abuelito achacoso, que con su ciencia neutraliza virus y bacterias esconde una cruda y mas comercial faceta, en la cual el concepto de salud se relativiza y se mezcla con el afán desmedido de obtener el control de las decisiones de las personas, basándose principalmente en el ocultamiento de información, en la colusión de intereses con empresas farmacéuticas y entre otras, en la ferrea y corporativa defensa de sus miembros negligentes, dejando de lado la enorme responsabilidad social que trae aparejado el juramento de hipócrates.

Voy a mencionar algunos ejemplos para explicar estos planteamientos esperando no hacer tan tediosa la lectura.

En todos los productos que adquirimos tenemos la posibilidad de informarnos sobre sus características, lo cual es imposible hacer con los remedios ya que premeditadamente se saca la información de su envase o si la tiene se encuentra en su interior, obligando indirectamente a visitar la consulta del especialista, al que podemos comparar para efectos de este artículo con un vendedor profesional, sin desmerecer por cierto esta noble actividad.

Los laboratorios o grandes empresas del rubro utilizan a médicos como principales comercializadores de sus productos, estimulandolos con becas, seminarios y cursos de especialización para que receten sus propios fármacos, actividad cotidiana y silenciosa en la que ningún organismo antimonopolio parece tener preocupación.

Con la excusa de proteger nuestra salud restringen el acceso a muchos productos farmacéuticos encareciéndolos, traspasando del usuario al médico la posibilidad de decidir sobre lo que más o menos nos conviene, amparándose en los riesgos de la automedicación o en la pérdida de eficacia de los antibióticos que ellos prescriben diariamente, como si las bacterias pudieran distinguir quien emitió la receta...


Como grupo de interés especializado en restringir la oferta de profesionales y aumentar la demanda por sus servicios, se oponen a la apertura de nuevas escuelas de medicina con el argumento de velar por la calidad de la formación, también ponen barreras al ejercicio de médicos extranjeros en nuestro país utilizando la misma justificación, apareciendo en televisión intentando diferenciarse de aquellos médicos foráneos que han tenido la desgracia de ver fallecer pacientes en sus consultas, paradojicamente el convenio de revalidación de títulos que tiene Ecuador con nuestro país, facilitó no solo formar en esa nación, sino permitir ejercer su profesión a un ex presidente del colegio médico y actual diputado.

Una práctica denunciada por distintos medios de comunicacion consiste en que que nuestros profesionales de la medicina han atendido clientes (o pacientes) particulares utilizando la infraestructura de los hospitales públicos, el descaro de estás prácticas obligó a las autoridades a tomar medidas para impedirlo, del mismo modo los conflictos internos con otros profesionales y técnicos del área de la salud debido a privilegios establecidos de hecho, provocó que estos últimos denunciaran graves incumplimentos de jornadas laborales o de horario que explicaban la ausencia de médicos cuando la demanda así lo requería faltando a sus contratos.

En todas las organizaciones los cargos definen tareas y responsabilidades y de esta se deriva la remuneración percibida, los altos ingresos que perciben los médicos en nuestro país, si lo comparamos con el promedio de los profesionales universitarios, no está dado por la enorme responsabilidad de tratar con vidas humanas, sino por el concertado control de la oferta y demanda en el mercado de la salud. Este accionar monopólico ha provocando distorsiones visibles, como las presentadas en los servicios de atención primaria y de urgencia, cuyos cupos han sido cubiertos por aquellos profesionales extranjeros que tanto cuestionan, demostrando estos últimos con acciones concretas una real vocación de servicio .

Debido a la precaria formación que reciben los médicos en materias de gestión , se oponen tenazmente a que profesionales ajenos al bisturí ocupen ese tipo de cargos en los hospitales públicos o en el respectivo ministerio, cuyo paradigma fue el rol que tuvo como Ministro de salud el prestigioso economista Carlos Massad, posterior presidente del Banco Central, quien tuvo que luchar primero por lograr legitimarse en el cargo y luego por introducir criterios de eficiencia en la gestión hospitalaria, cuestionamiento que no sufren los médicos cuando se insertan en ámbitos ajenos a su especialidad. Según los gremios de la salud la solución a los problemas evidentes que tienen los hospitales públicos siempre pasa por un aumento de presupuesto, desconociendo que la falla también se estaba originado por una mala administración de los recursos otorgados.

Como todas las personas los médicos son seres humanos en toda su dimensión, muchos de ellos tienen un compromiso real con su profesión y conocen las limitaciones de su ciencia oponiéndose a las malas prácticas o evidentes aberraciones que surgen con la asimetria de información entre médico y paciente (vendedor/cliente), esto ocurre sensiblemente con los siquiatras o neurocirujanos, quienes utilizan, cuando falla la sicoterapia, métodos contrarios a los mas elementales derechos humanos como son el electroshock, en personas con trastornos depresivos o las infames operaciones de lobotomía en aquellos cuyas conductas obsesivas no son tratables con fármacos, tal vez podrían justificarse por sus resultados, pero la ciencia médica aún no sabe cuales son las razones por la que hacen efecto en el cerebro muchos de los medicamentos que utilizan, aplicando el ensayo y error continuamente, más aún, en el mundo y reflejados en Internet en múltiples foros de discusión se encuentran grupos de profesionales de la medicina que abogan por la eliminación de estos métodos alegando razones humanitarias y porque se asemejan mucho a las formas de tortura aplicadas por regímenes totalitarios, incluso observan que no diferencian mucho los tratamientos ocupados ahora con los que se utilizaban en los inicios de la psiquiatria, negando incluso su validez como ciencia con argumentos poderosamente científicos. (ver: http://www.antipsychiatry.org/ y http://www.educarchile.cl/autoaprendizaje/biologia/modulo4/clase1/texto/lobotomia.htm )

En el último tiempo si es que pueden llamarse médicos quienes ejercen este ámbito de la medicina, han surgido muchos cirujanos plásticos cuyo discurso ya no se basa en procurar salud sino en mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes acomplejados con su aspecto físico y que no soportan el grosor de sus labios, el tamaño de sus pechos, lo prominente de su panza o las arrugas producidas por el paso del tiempo, afán obsesivo que ha dejado a varios clientes en estado vegetal, desfigurados o convertidos en caricaturas de si mismos, lo que me recuerda aquello que Julio Iglesias mencionó una vez en una entrevista, él contaba que después de terminar la operación y una vez borrados los hematomas se atrevió a mirarse al espejo y se encontró con otra persona, fue una horrible sensación porque era una cara sin expresión y esa angustia lo tuvo al borde del suicidio, un caso parecido ocurrió con el cantante Salvadoreño Alvaro Torres (De punta a punta, nada se compara contigo, si estuvieras conmigo etc), quien según los encargados de su sello discográfico no tenía unas facciones muy agraciadas por tanto le recomendaban un arreglo para poder ingresar con éxito al mercado mexicano, le afinaron tanto la nariz que si bien no parecía un botón, no se ajustaba en absoluto a su rostro y en nuestro país, la conocida comediante Gladys del Rio esposa del talentoso Jorge Pedreros (Espina de la oficina) fue objeto de ácidas burlas en televisión por los discutibles resultados estéticos de su cirujano plástico.

Es evidente que como todo buen vendedor, el médico se entrena en el arte de vender bien su producto, en el manejo de objeciones, en comprender la sicología de su público objetivo para convencerlo que su labor no es sólo util sino absolutamente necesaria, teniendo la suerte que existe toda una industria que los apoya y un sinnúmero de ingenuos pacientes quienes imaginan que la preocupación de ellos es la salud de las personas y no sus propios intereses particulares.


Ver http://editorial.elmercurio.com/archives/2006/03/recetas_e_indus.asp

http://editorial.elmercurio.com/archives/2006/04/pocos_medicos_e.asp


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